lunes, 15 de noviembre de 2010


Cuando mis sentimientos no corren en la misma dirección que la del resto,
me arranco el raciocinio por intentar encontrar las razones en mi. Algo me falta o, aún peor, algo me sobra.
La mente es nuestro peor enemigo.

No me hace gracia que el hueco en el que rara vez quepo,
sea el recreo de otra persona.
No importa si la respuesta está en que el atajo sea más corto que el camino que te acerca a mi cama.
Las distancias ingresaron en mi vida para quedarse.


Por suerte está él que entiende mi forma de amar
y cada tanto jugamos a las cosquillas.

Ya no tengo necesidad de apostar mi compañía y mucho menos mi cordura.

De seguro parezco tu orquesta estable,

por eso no tenés en claro qué te gustaría pedirme.

Igualmente, no tengo miedo en cambiar de teatro.

Y, si en algún momento,
tus lunes se borran del calendario
te recomiendo que,
por más deseos que tenga de hacer mi útlima implosión a tu lado,
no te acerques hasta tener en claro de qué forma moldear tu energía.

"Tu sombra hiende la distancia(...)"
L.A Spinetta

No hay comentarios:

Publicar un comentario