martes, 7 de diciembre de 2010

Suedehead


Estoy segura de ser el árbol plantado al revés,
tan platense que asusta.

Hace meses, me atrevo a decir años,
me vienen podando,
me vienen arrancando las raíces con los dientes más dañinos.

Lo que antes era miedo,
ahora es fuente de voluntad,
aunque mi deseo de estar al lado tuyo boicotee mi estado anímico.

Cuando me encuentro con tu rechazo,
me parece tan ajeno a lo que somos juntos
que no lo creo.

El mecanismo de pensar
ya dejó de formar parte de mi respiración
pero me admito que no va a hacerse completamente ausente.

No entiendo a qué jugás conmigo,
ojalá me dejaras acompañarte
en vez de agarrarme de la cabeza
para generar que el cuerpo se estalle de tanto sentir
y no ser correspondida.

No se si sos vos el quien se tiene
que dar cuenta de quién soy yo,
o soy yo la que se tiene que dar cuenta
de lo que, aunque se enfermen mis sentimientos,
ya no sos.

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